Dime, ¿qué es para ti la poesía, canto o lloro?,
¿quieres, con ella, estremecerte...
o entristecerte del todo...?
Puedo bajar una a una las estrellas
y hacerte un collar
con las que elijas de ellas...
puedo alcanzar la luna con las manos
y entregarla en tu regazo...
sólo deberás hablar,
y te haré caso...
Puedo hacer rodar el sol hasta tu puerta,
y, aunque ruja el viento su furor,
resucitar, para ti las flores muertas
de la primavera...
o llevar al Polo, el Ecuador...
pídeme, preciosa, lo que quieras,
¡cualquier cosa!
Yo soy un fabricante de quimeras...
te cambio el mundo por un beso,
y por tu amor, ¡luceros y planetas!
no pienses que soy mago ni un dios...
¡soy un poeta...!