Un mimo de Luna, es rosar tus labios,
El regazo de su luz, son caricias inagotables,
Que solo dejan notas amables,
Como el canto intenso del viento.
Un mimo de Luna, es sumergir tu calor en mi frío,
Hasta empalmar la piel en un hilo,
Nada pasa, todo está aquí; en ti, en mí
Como un todo en la nada, es un desafío…
Un mimo de Luna, de luna llena como ninguna,
Es enloquecer, correr, morder, estremecer…
Hasta que todo, por fin encuentra un cauce,
Un cause inequívoco y eterno.
Un mimo de Luna, que jamás se esfuma,
Es una promesa que provoca ser adictivo
A rosar tus labios cariño y no solo soñar
Sino hacer verdadero el motivo.
Un mimo de Luna, es desear que lo lejano
Borre las distancias, que lo imposible sea cumplido…
Y solo conformar esto, en la calina espera
De tu incitante ósculo prometido.
Un mimo de Luna, Inesperado, pero deseado,
A veces pareciera inalcanzable, prohibido,
Tramposo y permisivo, como la gracia de un cumplido,
Que apenas despierta, en un breve suspiro.
Un mimo de Luna, que sólo vive,
Sin esperar nada, ni más que ninguna,
Es una vida más que agradecida,
Por encontrarte, cuando estaba desaparecida.
Un mimo de Luna, siempre acaricia el corazón,
Ilumina la oscuridad de la razón,
Vuelve loco a quien abraza sus cálidos gemidos,
Y llora de amor, porque nunca acaben sus latidos.