La nostalgia invade mis sentidos,
muere este año aca en el mundo,
deja en su efímero paso, profundo
dolor en el alma de seres queridos.
¡Ah!, pero lo mismo en otros corazónes,
la felicidad se caracterizó en amoríos,
en retos, vivencias, fiesta, desafíos,
se va el dos mil trece, cargado de blasones.
Después de los doce meses, es siempre por ley,
despedir el año viejo con fiesta, platillos, bombo,
y recibir igual al que viene, y que no cause asombro
brindar por el viejo así...muerto el rey...¡VIVA EL REY!.
Viene dos mil catorce...yo me tomo un rato de calma,
les deseo FELICIDAD, ¡AMIG@S DE POEMAS DEL ALMA!
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO Dic.30/13