gaston campano

Cuento de una historia

Y...se acabó el pintor,

hospital y cirujanos a la vista,

la cadera quebrada

del pintor que era artista.


Aquí estoy tirado

con los fierros en mi cuerpo,

si miro mi pasado

no quiero ver mis recuerdos.


LLegué de viaje a usar

cuatro pies para afirmarme

dos de fierro normal

y un par de hueso y carne.