Embriágame con tus besos hasta lo infinito
y hazme descender a tus aguas tiernas y ojos divinos,
descuélgame del arbol seco y tronco que me tiene herido,
en la sombra de sus noches y la muerte será conmigo.
Envenéname tú ho, diosa mia y ámame susurro mio,
con esa hechicera luz de tu alma que tienes en tus molinos.
Crucifícame en tus altares oh, ninfa de mis olivos,
y ámame con tus fulgores celestes, ámame Dios mio,
y llévame a tu huerto bella flor de amapolas y de lirios.
Enrédame en los bosques y en los campos de tus grillos
y enciérrame para siempre en tus mausoleos oh,lirio mio.