Un poco de tristeza no hará daño,
sobre todo si es porque te extraño,
y no es que sea un alma penitente,
aún estoy consciente.
Por ello pienso de continuo en ti,
es todo un ejercicio para mi,
y fortalece mi ser interior,
la fuerza de tu amor.
No de esos que se desvanecen pronto,
era de los que la gente llama tonto,
es gracioso e inofensivo oírlo,
es sublime vivirlo.
Los nervios delatando al corazón,
al verte a lo lejos en aquel sillón,
y acercarme sin mirar otra parte,
sin dejar de mirarte.
Y ya viéndome del delirio preso,
te inclinabas para darme un beso,
el más cálido, el más tierno roce
que un mortal conoce.
Secuestrabas mis palabras a menudo,
pasaba por varios minutos mudo,
descubriendo con asombro en el viaje,
los más bellos paisajes.
Tomar tu mano para salir juntos,
divagando en uno y otro asunto,
redundando siempre en cada tramo,
un me amas, un te amo.
Oh, tu felicidad con mi cariño,
crecieron desde que fuimos niños,
nunca tuvimos realidad más bella,
nadie dejó tanta huella.