Hallé vacilante en la cuna de una flor, una gota de rocío que se mecía, precipitosamente pereció en un estallido voluminoso contra la absorbente tierra.
Descendió con velocidad de rayo a mí un pensamiento de dulce desvarío… desearía que tu alma fuese la cuna de una gota de mi alma, desearía que tu amor se bañara en ella y así ser absorbido por el bochorno de tu piel.
Miguel Espíndola *-*