Cuando te demuestran aprecio
llega un enorme consuelo,
un alma a tu alma acaricia
como agua bendita.
Cuando reconocen tu valía
se te sube la autoestima,
tu árido corazón
vibra de júbilo y gozo.
Cuando reconocen tus méritos
tu vida ya no es un desierto,
sientes una llama viva
que te llena de alegría.
Cuando te demuestran aprecio
crees más en tus talentos,
fructifican como la simiente
cuando la lluvia bendice.
Cuando te dicen que posees
dones insospechables,
empiezan en ti a desarrollarse,
como si por arte de magia
una buena Hada
te tocara con su barita mágica.
Cuando creen en tu valer
tus sentidos resplandecen,
como las estrellas fugaces
dan su brillo en un instante.
Las palabras positivas
te hacen mejor persona,
crece en ti la voluntad
de llegar hasta el final
de vivir y de luchar.