juancaroga

El olvido del corazon...

Algún día volaba tranquilo por las montañas persiguiendo el aroma del alba en las grandes sabanas, solía posarme en la misma rama de aquel grande olmo, solía mirar el atardecer, viendo el sol perderse en el infinito, a esa misma hora todos los días cada ser que habitaba la tierra entonaba el canto mas hermoso, parecía que las notas que salían de cada uno de nosotros eran parte de ese ritual en el cual no solo el sol sino el mismo universo se confabulaban para llenar de belleza el mundo, un rojo cielo que llenaba cada rincón de la tierra anunciado la llegada de la luna, era el momento de la pasión de dos seres, y yo atónito solo podía contemplar el éxtasis de dos astros, la noche como ceremonia previa comenzaba adornar el infinito con estrellas, el sol lleno de un rojo intenso dejaba ver el momento previo de la llegada de su amada luna, cuando ella aparecía con un manto de blanca luz todos en ese viejo olmo, quedábamos cegados con su belleza, era el momento del encuentro de dos amantes, y yo en esa rama podía verlo, después de la pasión yo solía volar buscando pequeñas semillas que pudieran alimentar mi ser, a veces encontraba grandes cantidades en pequeños árboles a veces en grandes y frondosos árboles no encontraba muchos, pero siempre me regalaban sombra para pernoctar de la lluvia o de una noche fría, solía volar solo buscando en cada ser belleza, a veces me sentaba a mirar un seres que me llamaban la atención porque veía en ellos algo que nunca antes había visto, amor, solía volar horas interminables siguiéndolos, solía verlos pelear, sonreír, llorar pero siempre estaban juntos, yo en las mañanas con los primero rayos del sol cansado me dejaba llevar por esas calidad brisas que elevaban mi ser a lo mas alto, al medio día me encantaba dejarme caer como gotas de rocía en aquella gran cascada, pero las cosas no eran las mismas desde que había visto a esos seres que disfrutaban del mundo viviendo en comunidad, solía volar muy cerca de ellos ahora los atardeceres los podía contemplar acompañado yo veía que ellos llenaban su vida con una sonrisa disfrutando de las mismas cosas que yo disfrutaba, día a día volaba muy cerca, vivíamos cosas que yo jamás había visto, algún día vi a dos de esos seres besarse, era algo que nunca desde lo alto de las nubes había presenciado quede atónito, porque ellos cerraban sus ojos como dando todo de si, como si un sueño se materializará, y entonces presencie a esos dos seres teniendo el ritual de entrega de cuerpos que nunca podré describir con palabras porque ellos escribían con miradas, no podía hablar porque sus palabras eran gestos de amor, entonces al ver como el amor en esos seres llenaba sus vidas como la sombra de ese gran olmo en el que yo miraba mis atardeceres, desee con todo mi corazón poder ser uno de ellos, y voló con mis sueños hasta lo mas alto del cielo cuando mi aliento termino y cuando ya las nubes me abrazan una luz cegó mi mirar, ahora podía sentir, podía llorar, podía sufrir, ya no todo estaba arriba ahora caminaba en la tierra, a veces los atardeceres no son lo mismo, a veces este ser suele olvidar la belleza de la vida por que la misma forma que tanto añoraba me ata a nuevas cosas, hoy salí corriendo por los mismos pastizales que antes recorría desde lo alto, ahora no solo puedo oler la hierva puedo sentirla, ahora puedo nadar en el agua, puedo saborear esos frutos de los árboles que antes solo adornaban mi mirada, a veces cuando hace frío tiemblo, cuando mi siento solo lloro, ahora todo es diferente, a veces no me queda tiempo, a veces añoro el poder volar, a veces olvido como podían mis sueños elevarse como alas motivadas por la vida, ahora todo es afanes, ahora son pocas las personas que veo a la sombra del gran olmo, ahora esos seres olvidan la esencia de la vida, la que juntos contemplábamos, ahora se han olvidado del corazón, añoro mis días soleados donde el calor me elevaba como las hojas en el otoño, pero mientras a la sombra del viejo olmo un corazón suspire al atardecer y se motive a buscar el ritual del universo de sol y luna buscando la entrega del amor universal yo estaré aquí… luego mis alas volverán y mi elevare a esa pequeña rama desde donde contemplaba la belleza de estos seres… porque el volar esta en el corazón…