Es el otoño, tiempo de estío,
todo amarillo pinta un pincel,
y luego mustias, llenas de fríos...
vuelan las hojas cual un papel...
El suelo, cubren las hojas muertas,
las ramas quietas, sin savia están...
por letargo, parecen yertas...
pero en septiembre, reverdecerán...
Las aves tristes, también se alejan,
tras otros cielos de más calor...
y al árbol quieto solo le dejan...
el viejo nido, ya sin amor...
Ya no hace falta tu fresca sombra,
el sol es tibio, no quema más...
todos te olvidan, nadie te nombra...
pero en septiembre, reverdecerás...
Hacia los cielos, tus ramas grises
semejan preces de imploración...
mientras se muestran tus cicatrices,
das al otoño, tu absolución...
Pero el milagro vive contigo,
de gran melena te cubrirás...
vendrán las aves bajo tu abrigo...
porque en septiembre, reverdecerás.
Hoy es mi otoño, árbol amigo,
solo mi invierno después vendrá...
no te compares nunca conmigo...
mis primaveras... ¡no vuelven más...!