Tinta de Sangre

Me doy cuenta

Yo sé que un día será

diferente, estarás tú,

y no habrá motivo para

mirar asustado,

caminar de lado,

huir de lo que tiernamente

se imagina,

la distancia y el amor tienen esa

maldita costumbre de barajar

nuestros nombres,

pero siempre tú allá y yo aquí.

 

Yo sé que un día me iré quedando

sin ese corazón que dice extrañarte,

y ya no habrá silencios, ya no,

tan sólo dos cuerpos que despiertan,

que se encuentran desnudos y lo saben,

como sabe la existencia de abrir los ojos,

noble barro que se aproxima en la noche,

luna cayendo al mar desamparada,

formas que en los labios se posan,

como un pensamiento queriendo ser.

 

Yo sé que en mi razón tengo la espina de la pasión,

ese campo que suena en el viento como los álamos,

como esa voz que después de tantas palabras

no sobrevive,

¡mis manos te están tocando!,

¡mis dedos en tus cabellos, enredados!,

¿de qué valen mis brazos si no te abrazan?,

¿de qué me vale decirte,

si siempre seguirte no me acerca?

 

Me faltas por partes,

me duermo esperándote, pero no llegas,

despierto sintiéndote, preguntando

¿dónde estás?

 

Me doy cuenta que me dueles,

que nada hay de mí sin tu piel,

en algún sitio mis ojos son tus ojos,

y mis partes son tus aguas,

como las rosas a tus lágrimas,

como todo lo que te alcanza,

por ejemplo mi deseo de ti.

 

Yo sé que me lees,

que aprendes de mí más que mis letras a mí mismo,

¡me tienes a todas horas, estoy en tu sitio!,

ese sitio que te sabe a soledad y a recuerdos,

ese aroma que no te abandona desde la última vez

en que el amor y tú y yo,

me tienes, me doy cuenta,

eres cada momento que te hace y te ausenta,

me vienes,

¡déjame por tanto cuidarte!,

 

yo sé que en un solo beso tú cabes,

mi cuerpo emprende,

tu vientre arrulla,

¡me doy cuenta!

 

T de S

MRGC

Namaste