Perdóname por seguir hablando
Cuando tus oídos se cerraron hace mucho,
Por esta maldita costumbre de llenar tus espacios
Con tantas necedades,
Por no resignarme,
Por no dejarte un momento cualquiera
De forma definitiva,
Por seguir insistiendo en esa utopía
De un “nosotros”.
Pero te quiero, y sí, es la peor de mis necedades;
Quererte de una forma real
Como si fueras algo cierto.
Perdóname por este anhelo, este esperarte,
Por tantos textos,
Por tantas palabras que me dejan vacio
Pero que a fin de cuentas no dicen nada.
Todas estas cosas que revientan dentro de mí
No son más que gases tóxicos
Que se escapan de la maquina
De mi corazón descompuesto.
Has de tomarme por maniático
Y tienes mucho de razón,
Pero crecí en medio del mundo
Y al mismo tiempo tan aislado
Que no encuentro contraste
De bondad entre un vagabundo y un sacerdote,
Ni línea diferencial
Entre un psicópata y un poeta.
Para mis todos son la misma cosa
Pero con diferente suerte.
Perdóname por no perdonar tu abandono,
Por recalcarte y recalcarte
Esta soledad como si fuera algo imperante,
Algo urgente.
No quiero cansarte con mis analogías
Entre cafés, tabacos e insomnio,
Seria mejor callar.
Dejar tranquilo tu recomenzar
Y ser solamente, en ti,
Esa historia que llego a tiempo,
Que duro lo que tenia que durar,
Y que, ahora, ha terminado.
Pero te quiero,
(Perdóname por esta necedad)