Vas y vienes ¿de donde? No se sabe.
Solo se escucha tu sonido.
No sé cómo lo haces pero enamoras.
Eres tan sutil y en tu paso acaricias a tantos.
Eres el amante deseado de los
arboles; aman el asir que efectúas en ellos,
cuando los estremeces y palpas con toda suavidad,
con toda libertad, se alegran cuando mueves sus hojas
y los refrescas para soportar el sol extenuante.
Eres el medio de transporte de las semillas voladoras,
Con tu voz sonora las guías a hora.