De todo hice para no sentir tristeza, de todo hice para tener una sonrisa, de toda mi fuerza quité un poco de mí para que alguien inocente no sintiera mi tristeza. Aunque el arból esté media seca, en la profundidad tiene aun raíces,
Le ha faltado el agua de vuestro cariño, sé que lo tenéis, pero el orgullo e incomprensión no dejaran abrirse vuestros corazones. Así sea, así lo acepto. De mí espero poder hacerlo cuando lo queráis.
En otro año he entrado, pie derecho delante, uvas tragadas al compás del reloj, un pensamiento hacía otra casa fue, deseando toda la felicidad del mundo.
Madrastra, es la vida por veces, Madre otras, se tiene que vivir con todo lo que ella contiene.
Cuantas veces en el calor confortable de mi casa, pienso como vivirán. Deseo de corazón que estén felices y que no tengan hielo en sus corazones.
Mas vale ser do que parecer. Yo soy, lo que soy. Si parezco otra, eso depende de quién piensa.
Espero que este nuevo año, me pueda dar una tregua, en esta tempestad de querer paz y no tenerla. De sentir que en realidad aún existe algo de cariño en corazones, que pensaba eran amigos del mío.
Que la Paz venga, que un soplo de esperanza nos envuelva, que el llanto será de felicidad y que todos tengan pan en su mesa.
Con mis brazos, abrazo a todos, con mi pecho, dejo que sientan latir mi corazón, con mis ojos mi alma dejo ver para que nadie se equivoque sobre lo que en realidad soy.
Vuestra felicidad es la mía, y así siempre será, mientras viva.
Oporto, 2 de Enero de 2014.
Carminha Nieves