Donaciano Bueno

Bravo Murillo

Camino por la ciudad
de Madrid un bello día
mirando con alegría
la gente que viene y va.

 

Raudo avanzan al pasar
como si tuvieran prisa,
serios, sin una sonrisa,
deseando al fin llegar.

 

Tengo a varios que driblar
para no darme de bruces,
en un zig-zag sin parar
la recta vuelvo a tomar
y así evitar nuevos cruces.

 

En este andar tan ligero
todo fluye sin maldad,
veo a varios pordioseros
acercándome el sombrero
mendigando caridad.

 

De pronto un grupo se para
provocando una obstrucción,
ni una sóla exclamación,
el que va atrás no repara,
empuja, y sigue en su dirección.

 

Ahora es una bicicleta,
una niña pizpireta,
que avanza por la calzada,
primero hace una pirueta,
aceleración, frenada.

 

Miro a un lado y veo rumanos,
al otro sólo veo chinos,
muchos sudamericanos,
paseo por Bravo Murillo,
pillo, pillo que te pillo,
estoy en la ONU, hermanos.