Bonita la cascada
cuando se precipita
porque el agua la desliza
con su risa de agua.
Ella es la fuente sagrada
alegre y cantarina,
es presencia divina
que estimula el alma.
La cascada lisonjera
es como una reina
que alegre despeina
su larga cabellera.
Ella es fuente de vida
con bondad purificadora,
es alma soñadora
que a soñar convida.
El alma se me agranda
y la paz me inunda,
cuando la cascada retumba
con su risa de agua.
AUTOR: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo, Venezuela