Madrid, 27 de Abril de 2009
ALMOHADA DE NOCHE
Consuelo de llanto de utopías;
quiero conseguir subir a la cima
cayendo con esa pericia sibilina
con manos, pies y mucha fantasía.
Sintiéndome la mitad de algo
de lo que palpo, veo y amo,
sabiendo lo que el sueño brinda
¿por qué llamó a mi puerta clandestina?...
Y tu almohada que eres mi confesora,
de cada sufrimiento y alegría,
dame una razón para sentir cada día,
provocándome la emanación de sueños,
emancipa, mis temores lejos de mi cuerpo,
y construye una escala hacia el cielo,
que salte al vacío, con mis alas de acero,
y caigo a tu lado, y con mis brazos te rodeo,
que surgen del ¡si puedo!, porque confieso,
¡que necesito de tus mimos eternos!,
aunque tan blando sea el tacto,
me refugio del olvidado llanto.
Recibo almohada esta noche el calor,
porque me recuerdas que mañana
tendremos otra vez su compañía
llenándonos así de alegría.
Wicttor