Vivir entre secuencias
de alegría y tristeza,
de tormento y paz
de miedo y libertad.
No es suficiente luchar
en medio de tanta exigencia
que impone la sociedad,
siempre queda
el deberías haber
hecho mucho más.
No hay un corazón
al que poder amar,
se ha esfumado la lealtad,
nos han acostumbrado
a vivir con falsedad.
Si te destrozan el alma
hay que saber al toro
con gracia capear.
Vivir entre secuencias
de egoísmo y entrega,
hasta que al final
para vivir en paz
vence la batalla la bondad.