Luis Antonio V. R.

Un momento cotidiano

 

Caminas entre tantos y entré nadie, miras  a la multitud y no miras nada, rompes con tus ojos la rutina de los prójimos que se vuelven en contra tuya como fieras falsas enmascaradas. Caminas y observas perpetuo detrás de tu mascara una obra de teatro de actores ebrios con indicios de locura adquirida en pequeños sorbos de estrellas moribundas.   Caminas cuerdo sobre la fina cuerda de la locura  para ver de frente a la muerte que no miente cuando dice que solo eres espectador, el todo gira en torno a tu sarcófago y solo somos este preciso instante.   Caminas con quien te ofrece compañía artificial, te extiende sus brazos, te muestra su boca y te enseña sus gestos desde la perspectiva superficial. Solo puede actuar de ciertas maneras y pensar como piensa su creador. Por instantes se busca extraviarse en sus entrañas y vislumbrar donde solo hay silencio, pero no hay mas allá. Nada mas allá de un simple mecanismo.   Caminas y escuchas por morbosidad, por que nada puedes decir. Vez de frente  a la verdad, pero sobre todo la escuchas, la miras cabizbaja, algo te quiere decir que matara tu esperanza insegura. Escuchas su tenue voz un poco avergonzada que mantiene la cordura, estas presente en su ovación apresurada que espera pronto terminar.         2014