Alexander J. Montero

Divinum flumina

A la memoria de ese año que va
a la deriva en las aguas del nunca mas,
a esos 3 días de abril
de perseguir como a los pájaros los ríos,
a la llegada por la noche a las ruinas
de una lagrima que miro hacia atrás
y se perdió la mirada en el olvido,
donde al borde de sus pestañas
yo llame a a mi amigo, mi amigo,
y soñé entre sus llamas
que pronto estarías tu conmigo,
a esa tarde entre lagunas de ensueño
de turquesa incrustada en la iris,
a esa llegada a la liquida frontera
entre el hombre y lo que es divino,
y la mañana siguiente de cascadas
de nubes, y de vuelos en fluido,
de dormir contando,
de contarnos dormidos,
yo soñé esa noche de brujos y chascarrillos
que habría pronto de contarte
estos viajes al oído.