Voy a dejar este año
con un amor consagrado
que me ha dejado de lado
sin quererme hacer daño
Una carrera ganada
entre vecinos fiesteros
Cantando como jilgueros
No me sirvio de nada.
Unas cuantas jornadas
con pañuelo, de punta y taco
no siendo ningún pacato
quedaron todas bailadas.
Un señor de rojo y blanco
Bajando la chimenea
Mi pie ya no se menea
Por los fierros en mi flanco.
Dicen que al tiempo malo
la cara se vuelve risa
que al saltar de la corniza
el suelo ya era un halo.