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\"El alma no tendría arco iris si los ojos no tuvieran lágrimas.\"
Anónimo.
Yo te inventé a vuelo de palomas y arrullos de trinos,
te inventé para soñarte en un claro de luna,
hecho de acordes,
de notas escritas en mi piel de guitarra,
lejano y mío…
como salinidades incrustadas en el alma,
como caldero hirviendo
en pócimas de sortilegios prohibidos,
te inventé para amarte en noches desdibujadas de estrellas
y soles destejiendo amaneceres,
tiñendo de naranjas las nubes de otros cielos.
Eras mío,
como un cuento,
aprendido en la infancia,
como la propia vida,
como el mapa del paso del tiempo
que escribe indeleble la piel de los años.
Yo te inventé para mí
y aún te guardo,
en la piel de mis manos
en la memoria sin tiempo,
en poemas de amor,
que aún te escribo.