De solo pensar en ti,
vibra todita mi piel,
me sabe la boca a miel,
y el corazón se acelera.
Eres como la escalera,
que no dejo de subir,
Y no ceso de sentir,
tu corazón en mi pecho.
Cuando tu estas en mi lecho
te conviertes en león
y me dejas sin razón,
me transformas en tigresa,
y ahora eres tú mi presa
para saciar mi apetito.
Con mi corazón lo grito,
no puedo vivir sin ti.
Tú me subes y me subes.
Me llevas hasta las nubes,
y con tu fuego me aturdes
Y terminas con mi fuerza
Vivo fuera de este mundo,
quizá en otro planeta,
divisando las estrellas,
que rondan por mi cabeza
Me acaricias con destreza,
cual si fueras profesor,
y sacas en mí el clamor,
de súplica por tus besos
Dejaste en mí esa pasión,
que no se apaga con nada.
Yo te pienso de mañana
y a todas horas del día,
y mi piel nunca se enfría,
pues tu tibieza conservo
De solo pensar en ti,
renace en mí ese deseo.
Cierro los ojos y veo,
tu pasión volcada en mí.