Estaba quemando papel. A veces creo que no es bueno conservar cartas o pensamientos escritos por la misma mano que les prenderá fuego. Estoy quemando papel y siento como mi corazón late mientras las llamas destruyen la tinta más sincera y profunda de mi alma. Mis ojos solo ven el primer destello del fuego, depués se cierran y se quedan quietos al escuchar el crepitar de los trazos de cada palabra... En mis ojos guardo el fulgor e es primera llama que con fuerza se impregna en mi pupila y ahí se queda, brillante y quieta...
Un día él vio una luz en mi mirada, en ese momento supe que con él iría a cualquier lugar, pues vio los secretos más sinceros y profundos de mi alma.