Apaga, amor, con un beso
El fuego que me consume
Y mi pobre vida sume
En dolor que te confieso
Sólo se aquieta contigo
Al ritmo de tu querencia
Y tu cándida paciencia
Que con dulzura bendigo.
Unta en mi cuerpo tu ungüento
Que para mí es sanidad
De espiritual componente
Que al recibirlo me siento
Libre de debilidad
Cual si fuera adolescente.