Cuando la luz se opaque lentamente
y del sol solo quede su plácida quietud,
piensa mi cielo que posees la virtud
de permanecer en mi...eternamente.
Ambivalentes son los sentimientos
que con el cambio se vuelve taciturno
es alegría, jolgorio en el turno diurno,
por la noche...agilidad de pensamientos.
Lagrimar...torrente de glándula ocular,
epílogo traumático de una mala tarde,
cuando son peleas y no ratos para amar.
Se unen noche y dia en un festín que arde
y son las madrugadas licenciosas; pecaminar,
donde el reconcilio, sencillamente hace alarde.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN., MEXICO, Ene.06/14