Mientras siento
cómo huyes de mis brazos
un manto de soledad y miedo
cubre el frío que me causa
el saber que ya no me amas.
He perdido la batalla…
Si no bastaron mis ruegos y palabras
¿ qué sentido tiene ahora
derramar más lágrimas?
Si tu destino es irte
mi corazón no será la puerta
que te impida proseguir la marcha.
Adelante.
Eres libre.
Sé bien que si hoy partes a buscar
motivos nuevos a tu alma
tal vez mañana regreses
y los descubras
en el amor que yo te daba.