Rencor es el que te tengo
pues nada has sabido
del amor que contengo.
No sé si la ceguera es tan grande
o el desvarío que vive contigo.
Por eso me recuerdas el odio, quizás…
Porque tú no sabes de la felicidad.
Banal es lo que respiras.
Vives en un mundo fingido,
triste y sin sentido,
en lejanía de nuestro gozo.
Y tú, con tu inocencia figurada
me muestras una amistad.
No mi amor,
deja la simpatía para quien lo desee,
entre nosotros o es amor o es odio.
Más en el silencio caigo, para no herirte,
y he de dejarte en ese mundo de humo
aunque mi alma se tuerza de dolor y de rabia.
Hay amores que se ven y otros que están perdidos,
el mío es de estos últimos, los que pasan de noche,
contemplando tu figura brillar.
Pero que se le va a hacer,
te amo inmensamente,
inmensamente en la oscuridad te amo.