Vida que te despiertas cada día,
en la luz del alba y tarde sombría,
ah! Vida me sorprendes todavía,
y haces de mi mismo a veces ría.
Vida es tú belleza excelsa inefable,
son tus fortalezas inexpugnables,
son tus designios todos insondables,
tus tesoros eternos codiciables.
Oh! Vida a tus fronteras infinitas,
llegue el grito de mi alma cuando grita,
Ah! vida que bonita que bonita,
eres toda perfección bendita.
Vida ni de tus alturas majestuosas
ni de tus profundidades brumosas,
yo podría escribir versos o prosa,
como escribes tú serena y airosa.
Al ver tu colorido tan divino,
tanto en los campos color verde fino,
al escuchar las aves con su trino,
¡lamento tanto ser un peregrino!.
Vida, bendita vida que luz tienes,
no sé a dónde vas ni de dónde vienes,
y no sé si en avión en barco o trenes,
lo cierto es que por nada te detienes.