La corriente del río sonaba,
Con sus corrientes heladas,
Bajo la luna llena y blanca,
Mientras de la alta montaña baja.
Y con su presuroso caminar canta
A las bellas rosas y dalias,
Al pie de nuestra ventana,
Fuera de nuestra alcoba por amor silenciada.
Mientras tú duermes en mis brazos,
Te ves tan tierna con tus ojitos cerrados,
Y me paso toda la noche tu sueño velando,
Y me tocas con tus suaves manos.
Siento el calor de tu hermoso cuerpo,
Mientras estás sumergidas en tus lindos sueños,
No te perturban los sonidos, todo está en silencio,
Solo se escucha los gritos del viento.
Entre los árboles de este frío invierno,
Y te acerco más a mi tibio pecho,
Acostados en nuestra romántica alcoba,
Cubiertos por las misteriosas sombras.
“Siento el calor de tu aliento, mientras velo tus tiernos sueños, me entregas el calor de tu hermoso cuerpo, tan pequeño frágil y tierno.”