Muy Señora MIA:
Por la presente quisiera comentarle
que mi pasión por Usted, a terminado
llevándose con ella aquel deseo,
que por su cuerpo sentía en el pasado.
Por lo tanto, sin mas nada que expresarle
superados ya, los dos inconvenientes
y a los efectos que lo tenga recordado
sin pasiones, ni deseos que molesten.
Como dijo el Sr. Juez en el juzgado
de ahora en adelante, mas que nunca
con un fuerte amor, bien afianzado,
la e de seguir amando hasta la muerte.
Sepa Ud. que la quiero mas que nunca
que mi amor se a reforzado con los años,
mi corazón es comparable al de un niño
a pesar que en mi, vea un anciano.
Si después que leída sea esta carta
de su texto quedase desconforme,
por los años que felices convivimos
¡por favor!, de esta casa, no me bote..
Le pido tenga en cuenta que le he escrito
poemas muy variados y bonitos
en que hablo de la cita, la primera
de sus ojos, su figura, de su risa.
En que hablo de ayeres ya lejanos
lejanos de tiempos, mas no olvido
recuerdos de caminos recorridos
recuerdos de besos incontados.
Cuando Usted se aleja hacia el mercado
Solo quedo con mi tos, cascada y seca
Esperando su regreso tan ansiado
Esperando que por fin se abra la puerta.
Se bien, que pasan horas sin hablarnos,
transitando de la casa los espacios
o Usted frente al T.V. con su novela
yo a escondidas fumando algún cigarro.
Los silencios son los ruidos de esta casa
El chasquido del beso al despertarnos
El rezongo mañanero y cotidiano
Pues me olvido de apagar la luz del baño.
Si llegado el momento de botarme
a la calle, sin piedad cual estropajo
al tenerme frente a usted, piense Señora,
frente a usted está, “QUIEN MAS, LA ADORA”
Señoraaaaaaaa…….
Afectuosamente:
Su Amante Esposo.
Nicolás Ferreira Lamaita.
NOTA: Si por casualidad, algún lector hiciera
comentario y no le contesto, es que dormí afuera.