Nicolas Ferreira Lamaita

SEÑORA MÍA.

Muy Señora MIA:

 

Por la presente quisiera comentarle

que mi pasión por Usted, a terminado

llevándose con ella aquel deseo,

que por su cuerpo sentía en el pasado.

 

Por lo tanto, sin mas nada que expresarle

superados ya, los dos inconvenientes

y a los efectos que lo tenga recordado

sin pasiones, ni deseos que molesten.

 

Como dijo el Sr. Juez en el juzgado

de ahora en adelante, mas que nunca

con un fuerte amor, bien afianzado,

la e de seguir amando hasta la muerte.

 

Sepa Ud. que la quiero mas que nunca

que mi amor se a reforzado con los años,

mi corazón es comparable al de un niño

a pesar que en mi, vea un anciano.

 

Si después que leída sea esta carta

de su texto quedase desconforme,

por los años que felices convivimos

¡por favor!, de esta casa, no me bote..

 

Le pido tenga en cuenta que le he escrito

poemas muy variados y bonitos

en que hablo de la cita, la primera

de sus ojos, su figura, de su risa.

 

En que hablo de ayeres ya lejanos

lejanos de tiempos, mas no olvido

recuerdos de caminos recorridos

recuerdos de besos incontados.

 

Cuando Usted se aleja hacia el mercado

Solo quedo con mi tos, cascada y seca

Esperando su regreso tan ansiado

Esperando que por fin se abra la puerta.

 

Se bien, que pasan horas sin hablarnos,

transitando de la casa los espacios

o Usted frente al T.V. con su novela

yo a escondidas fumando algún cigarro.

 

Los  silencios son los ruidos de esta casa

El chasquido del beso al despertarnos

El rezongo mañanero y cotidiano

Pues me olvido de apagar la luz del baño.

 

Si llegado el momento de botarme

a la calle, sin piedad cual estropajo

al tenerme frente a usted, piense Señora,

frente a usted está, “QUIEN MAS, LA ADORA”

 

                                   Señoraaaaaaaa…….

 Afectuosamente:

                           Su  Amante Esposo.

 

        Nicolás Ferreira Lamaita.

 

NOTA: Si por casualidad, algún lector hiciera

             comentario y no le contesto, es que dormí afuera.