Haber nacido hoy a penas,
no significa sentir anticipadamente,
tanto como que no simboliza ningún vertedero de emociones inocuas de esas en donde uno no es más que un ser lleno de funciones fisiológicas.
Haber nacido a penas hoy,
es referirse a si mismo como un nuevo ser,
tal como la luz, tan vieja como el sol y tan nueva como el día; asi nuestra alma no se aburre y goza de seguir vibrando en nuestro profundo ser.
Haber a penas hoy nacido,
valdrá la expresión de los letrados cuando,
por simplificarse la existencia no renieguen de que a costa de una falacia andada en sus letras hayan hecho un apócope de la vida misma.
A penas haber nacido hoy,
puede ser el reberberante inicio de una virtud,
holística que Dios nos concede para seguir en paz o, mejor aún, una meta triunfante que ha terminado con algún vicio por decisión propia.
Desde el brillo de David se rompieron las fuerzas de Goliat, a veces basta cambiar la perspectiva de nuestro nacimiento para volverlo a hacer,
tanto hemos renacido que renovarse sobra,
tanto hemos cambiado que el orden parece lo que más importa,
a mi ya me sobran vueltas,
yo he nacido hoy...