La noche se ha cercado en su enjambre de sombras,
caminantes distantes de un tiempo lejano,
que vuela hasta la inmensidad de la oscura palidez del sueño,
que evapora la fragancia de ésta tibia ternura,
que en alma del errante trovador anda tras la inédita musa
que a escondidas asoma, una triste frase que habla de calma,
que espera impaciente, por la musa ausente, del poeta perdido,
entre el rito del amor, de la vida, de las plantas,
de los astros que asemejan las luces de las distantes galaxias
que se aglomeran en las mentes de los ávidos de palabras…
de sedientos poetas, que miran en la inmensidad de noches como ésta,
la vasta laguna de los versos andar con paso rítmico
hacia la armonía de un tintero tildando frases ahogadas,
en la tinta saturada de nostalgia por la pluma sagaz que le delinea.