No puedo pensar con claridad.
Ya no hay consuelo en la soledad.
Tu recuerdo me ataca día a día.
Vivo consumido por la melancolía.
Mi corazón dejó de latir…
…Aquel día en que te vi partir.
A veces logro sonreír e incluso reír.
Una simple farsa que no me deja vivir.
¡¿Dónde estás?! ¡Dímelo, por favor!
Mi cuerpo ya no puede más con el dolor.
Extraño tus caricias y tus besos,
tus abrazos e incluso tus celos.
El tiempo me ha dejado en el olvido.
Mi alma dejó de creer en el destino.
Deseo tocar tus manos una vez más…
…Decir que te amo y disfrutar de una infinita paz.