marioranero

Nada más lejano…

Ojos de uva, piel de manzana,

boca que atrapa, alma sin calma…

Lejano aullido de lobo encantado

abrazo de oso, calor de noctámbulo.

Nunca más beberemos de aquel alba clara

los tristes sollozos que herían la calma,

de sabernos solos, de sabernos raros,

de gozarnos tiernos, de llorarnos mansos,

de vivir la vida sin rumbo preciso,

sin otros pareceres que los de unos cuantos,

sin poder dejarnos, sin lograr odiarnos,

caminando juntos sin avances claros

pero melancólicos… por el propio llanto

que inundó de estío esos tristes cantos

con que se sembraron tu campo y mi campo.

Nada más lejano que tu tiempo y el mío…

Nada más lejano…

 

Mario Ranero