No ha sido tiempo perdido
todo lo que te he querido,
he aprendido todas esas cosas
que se ignoran de la vida
y de las personas.
Y para decir verdad,
ya no me importan
la mentira y falsedad.
El trigo se separa de la paja,
yo me quedo con el trigo
y tu maldad es la paja.
Me has enseñado con tu actuar
a que no me afecte la ignorancia
que antes tanto me dolía
y una gran peso se me ha ido
del alma,
que gracias a tu maldad,
ahora vive en libertad.
El egoísmo humano
no se puede erradicar.
Mi orgullo
se ha empequeñecido,
mi humildad ha crecido.
Gracias a tu maldad
me has hecho mejor persona
y mucho evolucionar.
Te he de estar agradecida
por la experiencia vivida.