Sé que enciendes una hoguera
para abrirnos sin prisa la hora del primer pan
atrapada y soñolienta
Sé que tu palabra muestra una llave
y lo que esperas hoy del cielo
Sé del jardín que está marcado por lunas
y lluvias previstas en tu calma
Sé cuánto sabes del paso ruinoso del cartero
que aturde tras la puerta
y nos llena de esperanza
Sé que eres café y aroma
bajo la sombra del tiempo
esa risa blanca en la ventana
Sé que por nosotros
has bebido largamente los sorbos del tropiezo
Sé que eres mi madre
y sabes que te amo.