En la oscura y fría noche se me aparece tu imagen, me sigue por donde vaya aunque mi rumbo sea un enigma.
Siento miedo y se me eriza la piel.
Creo perder la razón, pero quien no está loco en este mundo absurdo.
No sería excepción!
Estrecho mi mano, queriendo tocarte pero en ese instante desapareces.
Te escondes en los arboles y en el viento.
Cierro mis ojos y los vuelvo abrir pues tan solo tu imagen creo percibir.
Oh sombra, sombra de la noche… no juegues con mi pobre corazón, ya lagrimas de sobra te ha ofrecido y en este desierto se quedó.
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