La sensación,es extraña.
Te envuelve la tela de araña,
la padeces, la disfrutas,
te revelas, luchas y te encanta
caer rendido, que te haga prisionero.
Una agresión consentida, en toda regla.
Masoquismo, puro y duro,
ternura desmedida,
atracción por lo prohibido.
-te hace humano/a-
Juras por tu dios, que nunca más¡¡¡
Y en venganza, vuelves a escribir otra poesía.