Los álgidos recuerdos divagan por mi mente
y un desfile de horas ateridas me torturan,
derramándose está la nostalgia por mi frente,
expandiéndose en mí pecho, el dolor y la amargura.
Entonces pienso en ti y me invade la ternura,
te veo en mi desolación, como bálsamo a mi herida´,
se va poblando mi alma de inmensa alegría,
pienso que me has querido, tal vez más que a ninguna.
Va pasando el tiempo y con él corren las horas,
me aferro a los recuerdos felices de otros días,
en mi oído el viento susurra melodías…
de canciones, que él sabe, que tú me cantarías.
Felina