Tu voz gravita sobre mi mente,
añoro tus labios, tu rostro, tu ser,
espero el atardecer
para conjugar las ideas,
los deseos, los cuerpos...
Mi mente idealiza instantes,
gratos e inconclusos.
Tiempo por completar,
espacios por cubrir, mucho por llenar.
El rompecabezas de los sentimientos
busca encajar sus piezas
para observarse como un todo,
para sentirse uno sólo.
Mis piezas esperan
que las tuyas empaten
en un atardecer completo,
al apreciar la entrada del sol
en el firmamento.