Jardín de flores de muchos colores,
donde convergen bellos olores,
de paz -de amor- de amistad,
que cultivan nuestros corazones.
Entrelazados por hilos del alma,
que tejió la mano divina,
con tiernas nubes de algodones
y pintó con arcoíris en el alba.
Amistad que vive en la eternidad
del tiempo, en la humanidad
sincera, que vive en el alma del poeta/
que recorre el mundo con sus letras.
Que abraza a la distancia en un verso/
y se regocija en la alegría o se refugia
en la tristeza compartida, del silencio/
del palpitar de corazones.
Jardín que se cobija con palabras,
se riega con lágrimas y se abona
con amor/ sinceridad y cariño.