Es el resplandor de una mañana hermosa, la noche es testigo de un sentimiento profundo que en mi va creciendo, su voz me arrulla mientras me pierdo en su dulce mirada, mis labios temblorosos, ruegan porque le robe un beso y mis manos entre su figura mujer madura se quieren perder, su sonrrisa me hipnotiza soy el esclavo de sus deseos, cuando la nostalgia le invada bella mujer amada, cuando este contenta señora hermosa o solo tenga usted la necesidad de sentir un abrazo, no dude usted en llamarme, estare presente para compartir mis labios y mis brazos, refugiese en mi pecho que es su hogar a partir de hoy mi bella señora hermosa.
Autor: Francisco D Gonzalez I.