Tu silueta detras de las ventanas,
esperando mi llegada en las madrugadas,
entraba silencioso, y besaba tus lindas canas,
pensando en evitar el regaño que siempre dabas,
Esos hermosos cabellos castaños,
que pintabas para disimular el paso de los años,
recuerdo bien esos ojos color miel,
mirandome fijamente estremeciendome la piel.
Extraño esas manos viejitas y rasposas,
para mi eran como petalos de rosas,
recuerdo tu gran sabiduria, tu infinita paciencia,
hoy despues de los años me remuerde la conciencia.
extraño abuela de ti esos grandes consejos,
que me diste al partir de tu lado muy lejos,
hoy comprendo la sabiduria de los viejos
al verme un poco de arrugas reflejadas en el espejo.