Héctor Arce Cavallini

LA NOCHE

Reflejan cristalinas aguas los destellos de la luna
al son cadencioso de grillos alocados

 

Estrellas escarlata marinadas de universo
recogen caracolas, tránsfugas del fondo de los mares

 

La sombra grande inicia su baile de doce horas
desde que el sol se rinde en la montaña

 

Las hojas duermen,

los riachuelos se vuelven bulliciosos

 

Las aves se detienen sobre la hojarasca de los bosques
y la matinal esencia de la vida aguarda el momento de su arribo

 

Las sombras se aglutinan en su inconsciencia
como huyendo agotadas de la claridad del día

 

Es de día para las figurillas de frac
que se levantan de sus camas enmohecidas

 

En algún lugar suena el run run de instantes apasionados
soltando ríos de locura desmedida

 

Es la hora en que se funden en una sola vorágine
cuerpos y almas enamoradas

 

En el transitar por oscuras calles y callejuelas
algún poema se escribe en los labios de una musa

 

Pensamientos acribillados por la ausencia se detienen
como se detienen las horas esperando un regreso

 

Es tiempo de los sueños confusos,

de los sueños vagabundos

 

Es tiempo de quellos que perfuman el aire

 

Es tiempo de dormitar el cansancio

 

Es el tiempo para que mis sueños viajen y viajen
camino a encontrarse con los tuyos.