BUSQUÉ LA VERDAD Y ME PERDÍ,
EN EL LIMBO DE ESTE PLANETA.
COMO LINCAICAINO ENTENDÍ
A LA PODEROSA MADRE NATURALEZA.
ESTANDO, EN EL INFIERNO BLANCO,
ENTENDÍ, LO MAJESTUOSO,
QUE ES EL CÓNDOR EN LAS MONTAÑAS,
Y, EL ZORRO TRISTE, SIN MANADA.
RODEADO DE MONTAÑAS,
UN RÍO ERA MI AMIGO,
Y PERSONAS QUE PASABAN
UN MOMENTO, EN MI PUESTO.
ALLÍ, CHARLABAMOS UN RATO,
Y, EN SUS VEHICULOS SE ALEJABAN.
CAMIONES Y CAMIONETAS PASABAN
A TOMARSE UN CAFÉ EN PAZ.
LUEGO, DE UN AÑO EXTRAÑO
EL PAISAJE, DONDE COMENZÓ
MI DESASTRE, MI BIPOLARIDAD,
SEGÚN EL GRAN SIQUIATRA DR. MORAGA.