No tengo el tiempo ni la edad para mostrarte mi amor
Me embrujo tu mirada cuando nos cruzamos en el caminar
Cotidiano del día a día en el ir y el venir
Me conquisto esa sonrisa
Al caminar distraídos nos rosamos los dos
Sentí una vibración en mi cuerpo que me estremecido
Hay muchas cosas que me gustan de ti
El fuego que sale de tu cuerpo alto mar tu mano
Fue maravilloso que temprana edad algo me inquietara
Muchas ocasiones escuche hablar de amor
Nunca pensé que en mi naciera
La calle que te conocí
Yo recuerdo como lo más preciado que me sucedió en mí
Que he recorrido porque has quedado dentro de mi
Cada vez que te veo caminar me ilusiono ir junto a ti
Quisiera jugar con tu cabello
Amarte como yo lo haría apasionadamente y con locura
Acariciar tu rostro, tomarlo entre mis manos
Como rozar un ramo de rosas con la palma de mis manos
Con quistar el mundo al lado tuyo
Como deseo conocer la sensación de un beso
Que fueran tus labios que me dieran ese placer
Conocer el sabor de tus labios como lo he vislumbrado
En la arena escribí tu nombre
Mientras jugabas con las olas en la orilla del mar
Como desearía ser poeta para ser una carta de amor
A ti quiero trazar una carta con la sangre
De mi pequeño corazón que se encariño
Para contar lo que el guarda en su interior
Es grande el martirio al ver que cerca te tengo
Cuando juntos paseamos, los tomamos de las manos
Ho cuando nos damos un abrazo donde celebramos
Una victoria al tocar tu piel algo pasa en mí
Te amare en silencio como un amor imposible de tener
Es un dolor de tenerte cerca, mis ojos se empañan al verte
Ahora me voy a esperar el tiempo y la edad para amarte
Recordando cuando te leía versos cuando junto a ti estaba
Esperando crecer para decirte cuanto idolatraba
Envidia me daba con el viento cuando te carantoñera
En mi mente guardo tu rostro y en mis oído tu voz
Caminare junto a la viva llevando el cariño
Y el suplicio que me causó sin conocer el amor
Mirando el cielo diciendo adiós
Que delirio me causo entre la adolescencia y un niño
Tus maduros años me ensalmaron
Autor Eco del alma
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Antofagasta,11-01-2014