Te lo dije, lo susurrè a expensas de tu sueño,
desparramè algunos bosquejos del deseo,
pero tu hàbito virtual te amarraba a ese sitio.
Di mil vueltas por tu sombra, asir tu ego
fue una batalla de frases sin fronteras,
a medio armar, para que tu la completes
con esos peros...Hombre, què paciencia
asidua tienen mis corceles! vamos! la noche,
ha dejado sus secuelas, mìrame! asì , tu clemencia
desvìa el discurso, no me cuentes los logros!
Busca los caminos que nos devuelvan la selva,
quiero trepar por tus piernas y olvidar el derroche,
que me embargò la paciencia, vuela, en mi pradera,
seràs la selva de tu princesa! Date prisa!Nadie nos piensa!