Llévame contigo,
no te marches sin mí,
pues separarme de ti no quiero.
Si antes que yo te has de ir,
espero que no se me retrase el viaje
para pronto estar cerca de ti.
Mi fe no es tan plena
para asegurar que a los dos juntos
nos aguarde la prometida eternidad;
mas si Dios a bien tiene darnos
el premio ofrecido,
espero acompañarte
en el trasiego del camino.
Cogidos de la mano
subiremos los peldaños
alfombrados de humildes margaritas
y blancos lirios perfumados.
Llévame contigo.
Si el Señor te envía el billete sin retorno,
yo contenta me iré a tu lado
hacia ese destino anhelado.
Llévame contigo,
y disfrutaremos del viaje
contemplando las delicias del paisaje
atravesando el firmamento
cogidos de la mano.
Coronas de brillantes luceros nos haremos,
y nuestros cuerpos cubriremos
con delicados trajes confeccionados
de blancas nubes de algodón.
Con rayos de Sol ceñiremos nuestras cinturas,
y nuestros pies dejaremos descalzos
para no romper el silencio de los santos.
Con agua del manantial celeste
lavaremos nuestras almas
para que el portero nos ceda el paso
a la eterna morada.
Y cuando ante el Creador nos encontremos,
muy juntitos de la mano nos postraremos,
y una vez nos conceda el don de su presencia
con alegría disfrutaremos juntos por el cielo.
Danzaremos al ritmo de las liras celestiales
que tocarán los alegres Ángeles
para festejar nuestra llegada
haciendo más gozoso si cabe
el recuentro con quienes nos precedieron.
Llévame de tu mano
si dentro de muchos años
te llega a ti primero
el pasaje sin retorno,
y al fin los dos seremos
unos felices viajeros,
y yo a tu lado gozaré
de tantos viajes frustrados
y siempre soñados.
Llévame contigo mi amor,
amigo, amante y compañero
para darle juntitos gracias a Dios
por brindarnos nuestro encuentro
y hacer eterno nuestros sueños.
Luisa Lestón Celorio -2008
Registrado: Tomo . Bazar de Sentimientos.
Asturias. España