Porque la mejor dirección fue tu nombre,
Pude ecualizar todos los silencios
Y abandonar las uñas sobre las hojas de aquel árbol
Que murió en el murmullo de tu piel…
Las melodías derramadas sobre tu boca
Envejecieron al ritmo de la lluvia,
La guerra entre el vértigo y tu altura
Se hizo carne para la jauría de los versos,
Que solo tu cuerpo supo leer...
¿Por qué?
Porque no recuerdo la oscuridad,
Ni las estrellas que cayeron sobre nuestras almas
La noche…que decidimos nacer.
Julio casati